Descubriendo fuerzas internas Roberto Kern Recuerdo como si hubiera sido ayer, estar sentado en las pequeñas sillas que nos acomodaban en el colegio a eso de los 6 años de edad. Recitábamos frases, tanto en inglés como en español, con el propósito de desplegar nuestro entendimiento sobre el sentido de la palabra, así como desarrollar nuestra pronunciación. Habiendo concluido el recital rutinario, la profesora esporádicamente preguntó: “Veamos, ¿alguien sabe quién inventó el lenguaje?” No me hizo falta pensarlo, “¡Dios!” Para mi sorpresa, el resto de la clase monótonamente recitó, “El hombre.” Pero no fue eso lo que me molestó, sino el hecho que lo hayan dicho como cosa obvia, como algo factual. Me dejaron incrédulo frente a tan sencilla pregunta, inclusive hasta estos días. Siempre pensé que la lengua fue un componente adherente a la creación de la raza humana. No solo eso; nunca pude concebir la idea del hombre siendo capaz de desarrollar una vía estructurada de comunicación verbal a partir de señas. Irónicamente, ahora veo en retrospección y es esto lo que amplió mi entendimiento; Dios no nos otorgó una lengua predeterminada para ser empleada universalmente, sino nos premió con la idoneidad práctica e intelectual para nosotros mismos hacerlo. Y así como siempre me mostré inquieto con la respuesta sobre el origen de la lengua, a lo largo del curso de este último año he estado contemplando los distintos usos que se le da. A través de esto he podido observar que el empleo de la lengua va de par en par con el desarrollo de la misma; así como ondas circulares en un lago, la lengua va ampliándose en todos los sentidos y direcciones. Primero empleándola como una herramienta básica de comunicación, el ser humano está en constante explotación del lenguaje, tanto verbal como escrito. Al entender el alcance de este medio, vemos como ejemplo el auge de los escribanos como personas prominentes por sus exclusivos manejos de la escritura en antiguas civilizaciones. Lo cierto es que dentro del contexto de la lengua, la literatura siempre estuvo presente a distintas escalas. De cierta manera toman inicio con representaciones tales como las pinturas rupestres y jeroglíficos, hasta hoy en día, encarnada como los productos de geniales mentes humanas que llamamos autores. Y de la misma manera que la lengua ha evolucionado – resultado de su manipulación por parte del hombre –, mi inextricable cuestionamiento del habla en sí me ha hecho una persona más apegada a la literatura; me ha hecho evolucionar en torno a ella. Esto es un logro significante considerando una sustancial carga hormonal a estas etapas. Sin embargo, pienso que la evolución humana ha hecho accesible una serie de recursos, en ciertos casos intangibles, que pueden cambiar el curso de nuestro desenvolvimiento como individuos, así como la versatilidad con la cual nos movemos en nuestro día a día. Incluyo, sin duda alguna, a la lengua, y por ende la literatura, como primera en la lista. Una frase basta para que un tirano pueda conquistar el corazón de un pueblo, para dejar a una audiencia boquiabierta, para evocar lágrimas desconsoladas. Y por más paradójico que pueda parecer, todos los que gozamos del castellano como lengua común tenemos acceso a las mismas veintisiete letras del abecedario. Lo que una persona logra hacer con ellas ya depende de cada uno. Como parte de nuestro proceso de maduración, algunos llegamos a comprender componentes claves a distintas etapas. Yo, por alguna razón, presenté resistencia hacia la literatura y al estudio de la lengua de manera continua en pasados años. A lo largo de mi desenvolvimiento en clase de español (inicialmente involuntario, hoy por placer) he entendido que la lengua es tanto un arma como un escudo que afilamos y pulimos con el transcurso de los años. Queda en cada quien determinar qué tanto logra afilar sus habilidades literarias. Pero tener que pasar por la vergüenza de leer una buena novela sabiendo que eres incapaz de reproducirla basta para incentivarme a afilar este cuchillo, al punto que haga daño solo por observarlo. Habiendo presentado parte de mi recorrido conceptual literario, digo firmemente que soy autor de la evolución de mi perspectiva sobre la lengua. El que entiende el rol que la literatura puede jugar en su vida desarrollará una relación recíproca con ella, presente inclusive hasta en los momentos gobernados por soledad. La historia ha demostrado que la literatura crecerá inevitablemente, sin embargo, el crecimiento de cada quien en torno a ella depende netamente en el grado de armonía y fidelidad reinante en esta relación. Muchos dicen que es como la mujer sabia: hay que conocerla para poder entenderla. "Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras." (Génesis 11:1) Mad Max: furia en el camino Cristóbal de Losada El catorce de mayo, la película Mad Max: furia en el camino se estrenó en cines. Precedida por un incesante bombardeo de posters estilizados y avances que intentan demasiado sonar subversivos, era lógico esperar que la película no produciría ni el más mínimo impacto, olvidada entre la ráfaga de películas de acción de alto presupuesto que anuncia la llegada del verano a los Estados Unidos. La serie Mad Max comienzó en el ’79 con un epónimo debut, protagonizado por Mel Gibson y dirigido por George Miller (George ha dirigido todas las entregas de la serie). Se convirtió en una de las películas más exitosas en la taquilla y obtuvo buena crítica en años recientes. Pero, aparte de grupos marginales de fanáticos del cine, la película no ha podido aguantar el paso de los años (ni superar la presencia del famoso antisemita como lo hizo Braveheart). Sorprendentemente, treinta años después de la última entrega en la saga, Mad Max: furia en el camino viene rugiendo al cine. | La historia se desarrolla en un desierto post-apocalíptico, donde el agua y la gasolina son recursos escasos y un enorme grupo de personas viven en la ciudadela de Immortan Joe, el cabecilla de un culto suicida que controla un enorme suministro de agua. Lidera a una pandilla de aberraciones genéticas que mueren por él en búsqueda de Valhala. El mundo es una locura. Seguimos a Max (Tom Hardy), un hombre callado y atormentado por su pasado, cuando es capturado por los secuaces de Joe y usado como una bolsa de sangre para prolongarle la vida a uno de los guerreros. Se une con Imperator Furiosa, encarnada fantásticamente por Charlize Theron, una amputada guerrera de la armada de Joe que lo traiciona y busca rescatar a sus esposas de la esclavitud reproductiva. La película es, en esencia, una extendida persecución automovilística. Vemos a Immortan Joe perseguir al camión lechero de Max, Furiosa y las esposas a través de la longitud del desierto, con pocos momentos de descanso en medio del frenesí cinematográfico. La trama es exquisitamente frugal. Los personajes no muestran sus motivación con parlamentos de exposición; mas bien, revelan innúmeras verdades humanas y características personales con nada más que una mirada. La historia no se pierde en su propia maraña, evade el enrevesamiento con una estructura que logra ser simple pero compleja al mismo tiempo. Sus temas, de liberación, auto-determinación, y el necesario colapso de tiranías ilegítimas (disculpen la redundancia), se comunican con la sutileza que pocos dominan y muchos aprecian. Pero la película, que está compuesta casi enteramente por escenas de acción, no funcionaría sin su brillante dirección. Rompiendo la moda actual, ha sido filmada casi completamente usando efectos prácticos. Los carros, las carreras, los trucos y las explosiones son reales. Esto le brinda una textura irremplazable a las escenas. La acción es palpable y provoca, consecuentemente, reacciones emocionales similarmente intensas. La emoción no se detiene. La película ha sido compuesta de tal manera que la acción está siempre centrada en medio de la toma. Oponiéndose al “shaky-cam” que domina el cine contemporáneo, el cinematógrafo John Seale enfoca el corazón de cada toma en el preciso centro del lente, ahorrándole a la audiencia la trabajosa tarea de mover los ojos con cada corte. De esta manera, puede bombardearnos con imparables remolinos de arena, gasolina, cromo, llamas y motores de ocho cilindros sin aturdirnos ni arriesgar perdernos en el camino. Mad Max es un triunfo del cine popular. Demuestra que, de vez en cuando, un blockbuster de verano puede hacernos cuestionar todo lo que creíamos saber sobre cómo se cuenta una buena historia de aventura y logra demostrar también un nivel de intuición y perspicacia sobre la condición humana (y particularmente la condición de la mujer) típicamente reservado para los Truffauts del siglo XXI. FIFA suspende elecciones para el mundial 2026 Nina Molina Se supone que la FIFA ya debería haber iniciado el proceso de elecciones para anunciar la próxima sede del mundial en el año 2017. Sin embargo, la organización decide posponer las elecciones mientras siga siendo investigada por las acusaciones de prácticas corruptas al asignar las sedes anteriores. Debido a los recientes escándalos por la presunta compra de votos que determinó la ubicación de los mundiales de 2018 y 2022 en Rusia y Qatar respectivamente. A pesar de las acusaciones, estos países, tienen todo el derecho legal de continuar con sus preparativos para el evento, ya que sería demasiado tarde para asignar esta responsabilidad a un nuevo país en tan corto plazo. Tampoco se pueden ignorar los gastos y esfuerzos por parte de dichos países para mantenerse al día con los planes y expectativas previos al mundial. Mientras que nada se puede hacer en contra de la FIFA o de los países involucrados por el momento, las autoridades estadounidenses acusa a 14 individuos, incluyendo nueve oficiales de FIFA, de, corrupción. Entre estos se encuentra Jack Warner, ex vicepresidente de la organización, a quien se acusa de recibir 10 millones de dólares para votar por Sudáfrica como sede del mundial 2010. Por su parte, las autoridades suizas continua con su investigación sobre el proceso de elección y como se llegó a decisión de asignar a Rusia y Qatar como sedes. Jerome Valcke, secretario de FIFA, alega que no se les puede considerar como una organización corrupta, ya que no estuvo directamente involucrada en la compra de votos. Según él, FIFA, como entidad, no recibió ningún soborno por parte de Sudáfrica ni es responsable por el dinero involucrado en el escándalo. Por el momento, solo se pueden incriminar a los individuos que formaron parte de los hechos. Mientras que no se ha podido penalizar a la organización, las investigaciones parecen haber demostrado que el proceso de elecciones de la FIFA había estado arreglado desde que se escogió a Sudáfrica como sede para el 2010 y ha continuado así desde entonces. Lo mejor será suspender la decisión del mundial de 2026 hasta que se resuelvan dichos asuntos para garantizar que la próxima sede será elegida mediante un proceso justo. Entretenimiento |
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Palabra Justa: Nos divorciamos Dos tiempos diferentes. En el primero Sporting Cristal dijo: Sí, acepto. En el segundo dijo: Ya no quiero. Tiempos con intenciones distintas de parte del equipo bajopontino. Para muchos el empate fue un mal resultado. Para otros lo malo fue esperar a Melgar en el segundo tiempo. Y para otros, la misma de siempre: Ahmed eres un @#_¿!, ándate a la ¡(/$%!. Ah y me olvidaba, ¿$&@#_ también le decían. En fin, a estos últimos ni caso hay que hacerles. Después de un partido tan feo y monótono, es difícil encontrar por donde conducir la opinión. No voy a hablar del técnico, de los jugadores ni del resultado, hablaré de la propuesta. Los números no se analizan; tienen comienzo y fin en sí mismos: gané tanto, perdí tanto y empaté tanto. El análisis es otra cosa. Es preguntarse qué mereció el equipo en función de lo que hizo, considerando el recorrido y los recursos que utilizó. Y para mí, por más de que merecimos o no merecimos, lo negativo que se lleva el equipo fue el cambio de idea, de intención. Unos meses después que llegó Ahmed, se le criticó de que no convenció a los jugadores y que convenció más a los dirigentes. Conforme pasó el tiempo se logró plasmar (no del todo) un estilo que nos llevó a conseguir el campeonato. Pero veamos, si el técnico cambia de intención, la única repercusión de esa decisión, dejando de lado el resultado, es precisamente, en la convicción de sus dirigidos. El jugador debe tener claro qué es lo que tiene que hacer personalmente en la cancha y qué busca el equipo. De no ser así, puede sacar la conclusión de que él no sabe porque el técnico tampoco. Y así, indudablemente, le perderá confianza a la idea. Y eso fue lo que pasó en Arequipa. Cristal, después de tener la intención de jugar con posesión y mostrar la paciencia como rasgo crucial del equipo, esperando a que llegue la jugada, y por ende el gol, pasó a esperar al rival, lo que en mi opinión genera confusión en el jugador. El segundo tiempo fue la otra cara de la moneda. Un Cristal que no intentaba recuperar en campo contrario y que esperaba en su campo para salir rápido de “contragolpe”, una intención que puede ser catalogada como un fraude total. Pero no por la mediocridad de la misma, sino por que no existe. El contragolpe es como el amor, se encuentra. No puedes planificarlo. Planificar el contragolpe es una tontería, porque el contraataque puede aparecer, surge, no se prevé. En cualquier juego es fundamental la sorpresa, el engaño, y el contragolpe es eso: sorpresa. Un equipo solo contragolpeador no existe. Entonces, el cambio de tratar de proponer, a esperar al rival, demuestra miedo, inferioridad moral y genera confusión y desconfianza no sólo en los jugadores, también en la hinchada. Así no queremos ver al equipo. Cristal se casó con una idea, pero se divorció antes de morir. Habrá que conquistarla nuevamente. Alessandro Heredia Bienvenidos al templo El sábado 9 de marzo, el Jockey estaba predeciblemente lleno. Uno esperaría, al salir del auto y ver las hordas de compradores, que esta frenética oleada se debía al Día de la Madre, el domingo, pero solo hacía falta ver la enorme boa que serpenteaba por docenas de metros, compuesta de disparatadas piezas humanas individuales, para identificar el verdadero culpable: la apertura de la tienda H&M. La compañía sueca emplea a más de 130,000 personas alrededor del mundo, en miles de tiendas, todas con el mismo propósito: modas a precios accesibles. La ubicuidad de H&M ha sido imposible de evitar estas últimas semanas. La apertura fue precedida por una campaña masiva. Era imposible salir sin ver un enorme cartel con una foto de una modelo bien vestida y un subtítulo anunciando un precio sorprendentemente bajo. La compañía opera con impecable eficiencia. Al igual que Zara (que es ahora la más grande comerciante de prendas en el mundo), H&M produce nuevos diseños con alarmante velocidad (adaptándose a las vicisitudes del mercado) y con márgenes de ganancias modestas, permitiéndoles ganar cantidades obscenas de dinero vendiendo ropa barata. El sábado, el culto a lo material mostró su verdadera forma y extensión. Como polillas atraídas al ensordecedor retumbar de la desalmada música empaquetada que salía de la tienda, cientos de personas esperaban diligentemente en línea, como devotos en un templo, para poder presenciar un evento tan histórico. Esta fervor cuasi-religioso al consumismo, en el cual la gente celebra, bailando frente a las puertas de la tienda, el privilegio de poder tener, representa la decadencia de la estructura moral del país. El Perú se vuelve cada día más desarrollado, algo que es, naturalmente, bueno. Pero con este auge económico vemos que se apodera de nosotros la plaga típica del mundo desarrollado: el amor a las cosas. No me estoy quejando ni de H&M (aunque sí han sido criticados por las condiciones de sus fábricas asiáticas), ni del desarrollo económico, pero me preocupo por el país al ver el ardor de este paganismo moderno. Cristóbal de Losada |
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April 2016
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